miércoles, 14 de marzo de 2012

FIEBRE

Nombres alternativos:
Temperatura elevada; hipertermia; pirexia; aumento de la temperatura corporal.
Definición: 
La temperatura es la cantidad de calor producido por nuestro organismo  dependiendo a la  de comida ingerida o por factores externos
Valores normales:
Temperatura en grados centígrados (y Fahrenheit):
Niños de 0 a 3 meses: 37,4°C (99,4°F)
Niños de 3 a 6 meses: 37,5°C (99,5°F)
Niños de 6 meses a 1 año: 37,6°C (99,7°F)
Niños de 1 año a 3 años: 37,2°C (99,0°F)
Niños de 3 años a 5 años: 37,0°C (98,6°F)
Niños de 5 años a 9 años: 36,8°C (98,3°F)
Niños de 9 años a 13 años: 36,7°C (98,0°F)
Niños de 13 años a adultos: 36,5 - 37,3°C (97,8 - 99,1°F) 
Consideraciones generales:
La temperatura corporal normal varía durante el día, siendo mayor cuando la persona se despierta en la mañana. Los alimentos, las prendas de vestir adicionales, la emoción y la ansiedad pueden elevar esta temperatura; el ejercicio agotador puede elevar la temperatura corporal hasta los 39,4° C (103° F).
Los ciclos menstruales también elevan la temperatura uno o más grados.
La mayoría de los niños tiene una temperatura corporal mayor que la de los adultos y su variación diaria parece ser mayor. Muchos bebés y niños desarrollan fiebres altas, incluso con enfermedades virales menores. Si bien la fiebre alta no causa daño cerebral directo, pueden haber convulsiones febriles en algunos casos y la convulsión sí puede hacerle daño al niño.
Las fiebres son descritas como bajas a 38,9° C (102° F o menos) o altas cuando están por encima de los 39,4° C (103° F); fluctuantes (la fiebre sube repentinamente y luego disminuye) o cíclicas (sube y baja de forma regular).
Un golpe de calor puede ser el resultado de un exceso de ejercicio sin agua ni sal y un aumento de la temperatura a 41,1° C (106° F).
Las fiebres inexplicables que continúan durante días o semanas son llamadas por los médicos fiebres de origen indeterminado (FOI), la mayoría de las cuales suelen ser causadas por una infección oculta.
Causas comunes:
  • infecciones bacterianas o vírales
  • enfermedades tipo gripe o resfriados
  • ardores de garganta e infección de garganta por estreptococos
  • dolores de oído (otitis media)
  • gastroenteritis viral o gastroenteritis bacteriana
  • bronquitis aguda
  • mononucleosis infecciosa
  • infecciones de las vías urinarias
  • infecciones de las vías respiratorias superiores, como amigdalitis, faringitis o laringitis 
  • deshidratación
  • medicamentos como antibióticos, antihistamínicos, barbitúricos y drogas para la presión sanguínea alta
  • ocasionalmente, problemas más graves, como neumonía, apendicitis, tuberculosis (TB) y meningitis
  • los bebés pueden tener fiebre cuando están demasiado abrigados en climas o ambientes cálidos
Tratamiento:
Cuidados en el hogar:

La fiebre es la respuesta natural del organismo a una variedad de condiciones, como las infecciones. Si la fiebre es leve y no hay otros problemas presentes, no es necesario administrar tratamiento alguno, sólo ingerir mucho líquido y reposar.
La evaporación refresca la piel, reduciendo la temperatura corporal. Un baño en la tina o con esponja con agua tibia a unos 36,7° C (98° F) puede ayudar a bajar la fiebre. No se debe usar agua fría porque además de ser desagradable, no es más efectiva que el agua tibia.
No se debe envolver a la persona en mantas aunque esté temblando y tenga mucho frío, pues esto sólo aumenta la fiebre.
Los medicamentos* como el acetaminofén son un medio efectivo para combatir la fiebre y los escalofríos. Los medicamentos no deben ser administrados por vía oral a un niño que tiene convulsiones o está inconsciente.

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